- Respetar el tratamiento rigurosamente
Los tratamientos antiacné no funcionan a la primera, hay que ser pacientes. Sin embargo, los resultados son evidentes cuando se sigue correctamente el programa todos los días:
Higiene apropiada para pieles con acné + tratamiento por la mañana y la noche + constancia = una reducción considerable del problema.
Dependiendo de cada individuo, del tipo de piel y del tipo de acné, al cabo de cuatro a seis semanas es posible apreciar una clara mejoría, pero hay que seguir teniendo ciertos cuidados:
El sol amplifica y retarda las imperfecciones (o comedones), y provoca un engrosamiento de la capa córnea, lo que favorece la retención de células y sebo dentro del folículo pilosebáceo.
El aumento de comedones provoca, inevitablemente, la aparición de erupciones significativas de lesiones inflamatorias una vez que el bronceado desaparece. Para evitar este efecto de rebote y las sorpresas desagradables al regreso de las vacaciones, hay que proteger la piel regularmente con un producto fotoprotector específico de SPF 30.
Las mejores opciones son los sprays no grasos o las texturas fluidas formuladas específicamente para pieles grasas o con acné. Consulta la gama de Photoderm.
Mientras más se manipulen las lesiones inflamatorias, más se agravará la inflamación, pues habrá un aumento en la cantidad y volumen de lesiones inflamatorias.
Por eso, es más probable que las lesiones inflamatorias se vuelvan pustulosas (cuando las lesiones inflamatorias se llenan de pus) y, en consecuencia, el riesgo de cicatrices y nuevas infecciones es mayor.