5 tips para aprovechar al máximo tu aceite de ducha

¿Estás buscando una manera eficiente de humectar la piel, manteniéndola suave y saludable por más tiempo? Si es así, el aceite de ducha podría ser tu nuevo mejor amigo. Aunque a veces puede haber confusión sobre cómo se usa el aceite de ducha y para qué sirve el aceite de ducha, estamos aquí para aclararlo todo y darte algunos tips.

El aceite de ducha es un producto de higiene personal diseñado no solo para limpiar la piel, sino también para nutrirla, humectarla e hidratarla profundamente. A diferencia de los jabones tradicionales, este dermolimpiador no produce espuma abundante, lo que a menudo lleva a la creencia errónea de que no limpia bien.

El principal beneficio de usar un aceite de ducha es su capacidad para humectar la piel mientras la limpia. Además, la ausencia de agentes espumantes agresivos lo hace ideal para pieles sensibles y secas y atópicas. Otro beneficio notable es que muchas fórmulas de aceites de ducha están enriquecidas con ingredientes especiales para respetar tu piel.

Para obtener los mejores resultados, es importante saber cómo se usa el aceite de ducha. Aquí te dejamos una guía sencilla:

  • Uso diario. Primero, moja tu piel. Luego, aplica una pequeña cantidad de aceite de ducha directamente en tu piel. Masajea suavemente por todo tu cuerpo y rostro, prestando especial atención a las áreas más secas. Finalmente, enjuaga con agua tibia y seca sin frotar.
  • Cantidad adecuada. No necesitas usar una gran cantidad de producto. Una pequeña cantidad suele ser suficiente para cubrir todo el cuerpo. Gracias a su capacidad para extenderse bien, el aceite de ducha se puede usar eficientemente.
  • Enjuague completo. Asegúrate de enjuagar bien y descubre de inmediato la sensación de humectación, debido a los activos relipidizantes.

2: Combina con otros productos de cuidado

El aceite de ducha puede ser parte de una rutina de cuidado de la piel más extensa. Por ejemplo, después de la ducha, aplica una crema humectante como Atoderm Crema Ultra mientras tu piel aún está ligeramente húmeda. Esto ayudará a sellar la humectación proporcionada por tu aceite.

3: Elige el aceite de ducha adecuado para tu tipo de piel

No todos los aceites de ducha son iguales. Es importante elegir uno que se adapte a tu tipo de piel y necesidades específicas. Si tienes piel sensible, seca o atópica, busca un aceite de ducha con ingredientes hidratantes intensivos que ayudarán a restaurar la barrera natural de tu piel y a mantenerla humectada.

4: Utiliza el aceite de ducha en diferentes estaciones del año

Las necesidades de tu piel pueden cambiar con las estaciones climáticas, y tu rutina de cuidado de la piel también debería hacerlo. Durante los meses fríos, tu piel puede necesitar más humectación. Un aceite de ducha como el de Atoderm puede ser especialmente beneficioso en esta época, aunque es ideal para usar durante cualquier época del año. 

5: Considera Atoderm Aceite de Ducha

Atoderm Aceite de Ducha es una excelente opción para quienes buscan una alternativa de alta calidad. Este producto se destaca por varias razones. Atoderm Aceite de Ducha está formulado con ingredientes que se encargan de humectar la piel intensamente hasta por 24 horas, entre ellos la glicerina, extracto de coco y niacinamida. Estos ingredientes ayudan a mantener la piel humectada, suave y flexible durante todo el día.

La fórmula suave y sin jabón de Atoderm Aceite de Ducha lo hace adecuado para todo tipo de piel, incluso las más sensibles y atópicas..

1. ¿El aceite de ducha no limpia bien?

Una de las mayores preocupaciones es la idea de que, al no hacer espuma, el aceite de ducha no puede limpiar eficazmente. Esta creencia es completamente falsa. Los aceites de ducha están formulados para disolver y eliminar las impurezas sin retirar los lípidos naturales de la piel. 

2. El aceite de ducha deja una sensación grasosa

Otra preocupación común es la idea de que un aceite de ducha deja una capa grasosa en la piel. Esto también es incorrecto, ya que los aceites de ducha están formulados para enjuagarse completamente, dejando tu piel humectada, suave y cómoda. Después de enjuagar, notarás que tu piel se siente humectada, pero no grasosa durante la mayor parte del día. Esto es especialmente útil durante los meses de invierno cuando la piel tiende a secarse más.

El aceite de ducha es un producto versátil y beneficioso que puede transformar tu rutina de baño y se coloca directamente en la piel. Siguiendo estos consejos, podrás aprovecharlo al máximo y disfrutar de una piel más suave, humectada y saludable.

¡Lleva el cuidado de tu piel al siguiente nivel con Atoderm Aceite de Ducha!