Consejos diarios
Consejos prácticos para aplicar un emoliente
El método correcto en 8 preguntas y respuestas
La aplicación de humectante (o emoliente) es parte de la rutina diaria de los padres de bebés y niños atópicos. A primera vista, nada podría ser más simple... Sin embargo, en la práctica surgen muchas preguntas sobre este tratamiento esencial, que no siempre es bien respetado. Para ayudar a los padres a aplicar el emoliente correctamente, el Dr. Magali Bourrel-Bouttaz, Dermatólogo - Hospital Lyon Sud (Francia) ha co-construido un método aprobado por la Asociación Française de l'Eczéma.
1. ¿Cuál es el uso del emoliente?
Esta es la base esencial para el tratamiento de la dermatitis atópica. Las personas que la sufren tienen piel seca, que en realidad es una piel perforada. Los agujeros hacen que la piel sea permeable como una esponja, absorbiendo todas las partículas de aire que pasan a sobre ella y desencadenado una respuesta del sistema inmunológico, lo que termina causando picazón.
La única manera de bloquear los “agujeros” en la piel es aplicar humectante (también conocido como emoliente) todos los días. Esta acción simple es un primer paso para evitar recaídas.
2. ¿En qué área debe aplicarse el emoliente?
No hay manera de aplicar el emoliente sólo en áreas secas, es necesario aplicar un emoliente en todo el cuerpo y la cara todos los días.
3. ¿Cómo evaluar la cantidad correcta de emoliente para aplicar?
Siga el Método 3-6-9, una manera sencilla de retener la cantidad de emoliente necesaria para cada tipo de paciente.
- 3 bombas para un bebé (3 x 2ml)
- 6 bombas para un niño (6 x 2ml)
- 9 bombas para un adulto (9 x 2ml)
- Idealmente esto debe repetirse dos veces al día
4. ¿Cómo aplicar el emoliente?
Los prácticas correctas deben adaptarse a la edad del paciente. Pero, en cualquier caso, debes evitar tomar una gran cantidad de emoliente en tus manos antes de aplicarte ... Demasiada crema de un lado, nada del otro: ¡mala práctica!
Para un bebé, 3 bombeos: aplica la crema en pequeños masajes circulares para extender uniformemente sobre el cuerpo, después, masajea durante mucho tiempo. La hidratación se convierte en un momento de abrazo y relajación.
Para un niño, 6 bombeos: a veces puede ser útil transformar la aplicación de la crema en un juego, imaginando que dibujas pequeños insectos o rayas de cebra. Para áreas pequeñas, dibuja pequeños insectos con la crema antes de extenderse. Para brazos y piernas, dibuja largas rayas de cebra con la crema a lo largo de toda su longitud, antes de masajearla y extenderla. La idea es involucrar al niño quien debe convertirse en un actor importante en su tratamiento y volverse autónomo lo antes posible.
Para un adulto, 9 bombeos.
5. ¿Cuándo aplicar el emoliente?
La frecuencia correcta es todos los días, idealmente dos veces al día, por la mañana y por la noche.
Depende de cada uno crear su propio ritual para anclar hábitos: en la habitación o en el baño, en la cama o en la mesa de cambio, tocando, cantando, escuchando música, recitando una canción infantil...
6. Emoliente y dermocorticoide, ¿aplicar juntos o por separado?
La placa de eccema es un área rojiza y/o con picazón, con enrojecimiento y arañazos no necesariamente asociados. Estos dos criterios deben alentar a los padres a aplicar un dermocorticoide.
Cualquier emoliente aplicado solo en un área enrojecida o con picazón puede picar. Esto no significa que tengas que cambiar el emoliente, simplemente significa que la piel también necesita un dermocorticoide.
Esto plantea la cuestión de mezclar el emoliente y el dermocorticoide o aplicarlos por separado. De hecho, no importa, siempre que sea fácil y práctico para los padres: puedes aplicar ambos a la vez o por separado.
Por ejemplo, es posible aplicar primero el emoliente en todo el cuerpo y cara e inmediatamente después agregar el dermocorticoide en las áreas con eccema. Una vez que la placa del eccema haya desaparecido, es fundamental seguir aplicando el emoliente solo en todo el cuerpo todos los días para prevenir futuros brotes.
Es cierto que la aplicación de emoliente es a menudo más fácil en la piel ligeramente húmeda.
La ducha en sí es un momento importante porque el producto de higiene utilizado debe ser cuidadosamente elegido. Debe estar libre de jabón ya que desengrasa la piel, lo cual no es compatible con la piel atópica. Hoy en día, los aceites para lavar son lo más suave.
Si el agua es muy dura, es mejor bañarse o duchar al niño solo cada 2 días. Por otro lado, la crema debe aplicarse todos los días, incluso los días sin ducha.
Sólo te toma 5 minutos aplicar el emoliente uniformemente sobre todo el cuerpo y la cara. Un reflejo que debe llegar a ser tan natural como cepillarse los dientes...