Cualquier cambio en tu bebé es una alerta, pero hay que aprender a diferenciarlas. Lo primero es ver si se trata de eczema real o sólo una irritación pasajera como todos podemos experimentar.
Revisa la parte del cuerpo de tu bebé que esté irritada y verifica si la ropa o cobertor que tenía no es la causa, muchas veces las etiquetas y/o costuras pueden ser las culpables.
Otra causa probable es la hora del baño. Recuerda que el agua debe estar tibia (y no caliente) para bañar a tu bebé. Además, es importante que uses únicamente productos creados para bebés que cuenten con acreditación de dermatólogos.
Por último, el pañal también puede ser una causa de eczema. También conocida como dermatitis de pañal, esta prenda puede causar molestia si:
- Está muy apretado (o no es de la talla de tu bebé)
- Es de poliéster u otra fibra sintética.
- Pasa mucho tiempo sin ser cambiado.
Si es el caso, es mejor cambiar la marca de pañales y realizar cambios más frecuentes.
Si a pesar de estas precauciones tu bebé sigue con irritaciones, es momento de que acudas con tu dermatólogo y/o pediatra para que le prescriba el mejor tratamiento.