Sébium - Piel mixta, grasa y con tendencia acneica

Puedes optar por un agua micelar especialmente formulada para pieles mixtas a grasas, como Sébium H2O AGUA Micelar sin enjuague, otra opción es utilizar un gel espumoso sin jabón como  Sébium GEL MOUSSANT, formulado con pH fisiológico que limpia y purifica suavemente la piel sin resecarla.  

Una o dos veces por semana, completa esta rutina con un exfoliante como Sébium Gel exfoliante para afinar la textura de la piel y desobstruir los poros.

Existen varios tipos de limpiadores con y sin enjuague para la piel con tendencia acneica. Si tienes granos y otras imperfecciones, Sébium gel moussant actif es más adecuado para tu piel que Sébium GEL MOUSSANT ya que contiene ácido salicílico y ácido glicólico para ayudar a desobstruir los poros y afinar la textura de la piel. El gluconato de zinc regula el brillo y reduce los granos y puntos negros. Para obtener mejores resultados, utilízalo con Sébium Kerato+ Si estás bajo tratamiento médico para el acné, es mejor que elijas un limpiador suave como Sebium gel moussant para purificar la piel sin resecarla aún más. Si tu piel ya está muy seca por el tratamiento, ATODERM aceite de ducha te ayudará a recuperar el confort inmediatamente y de forma duradera. 

Recomendamos Sébium H2O agua micelar este limpiador sin espuma elimina las impurezas respetando la película hidrolipídica protectora de la piel.  

Sí, todos los limpiadores de la gama SÉBIUM de BIODERMA han sido probados clínicamente para garantizar que no son comedogénicos, es decir, que no obstruyen ni bloquean los poros de la piel.

La piel muy grasa suele ser el resultado de una producción excesiva de sebo, que además es más espeso de lo habitual. Esto significa que es más probable que se acumule bajo la piel, obstruyendo los poros. Para prevenir la aparición de granos e imperfecciones, es esencial limpiar la piel por la mañana y por la noche. La limpieza nocturna es especialmente importante, aunque no lleves maquillaje, ya que la contaminación, el sudor y el sebo se acumulan durante el día.

Limpiar el rostro por la mañana y por la noche con un limpiador formulado para pieles grasas ayudará a prevenir la aparición de granos y espinillas. La limpieza dos veces al día es una frecuencia ideal para controlar las imperfecciones y evitar al mismo tiempo las posibles molestias derivadas de un exceso de limpieza, como sequedad, hormigueo y tirantez. 

Los dermatólogos recomiendan no lavar el rostro con agua caliente, sea cual sea el tipo de piel, incluidas las grasas y las propensas al acné. El agua caliente puede resecar la piel y disolver la película hidrolipídica protectora. El agua fría contrae los poros y ayuda a reducir la inflamación si tienes brotes. Sin embargo, es mucho menos eficaz para eliminar las partículas grasas del maquillaje y la contaminación. Por ello, te recomendamos lavar tu cara con agua tibia.

Si tienes prisa, puedes limpiar tu cara en la regadera siempre y cuando utilices un limpiador con enjuague específico para pieles grasas, no sólo gel de ducha. Es preferible utilizar agua tibia que agua muy caliente, por lo que puede resultar más cómodo limpiar el rostro después de la ducha. 

No, la hora exacta no importa. Sin embargo, lo mejor es limpiar la piel por la mañana al levantarse y antes de dormir. La limpieza por la mañana y por la noche con un producto adecuado ha demostrado ser muy eficaz para ayudar a reducir la aparición de brotes y otras imperfecciones. 

La piel grasa se vuelve más brillante con el paso del día, sobre todo en la zona T (frente, nariz y barbilla), debido a una producción excesiva de sebo. Los poros pueden estar visiblemente dilatados y la tez apagada e irregular. Si tienes la piel propensa al acné, también aparecerán puntos negros y otras imperfecciones.