El agua micelar consiste en agua purificada, ingredientes hidratantes (como la glicerina) y una baja concentración de micelas (de ahí el nombre). Estas micelas son solo grupos de moléculas de tensioactivo súper suaves; o, en términos sencillos, burbujas microscópicas de cosas que son solubles tanto en aceite como en agua. Esta propiedad es lo que la hace tan efectiva: puede atraer la suciedad y el aceite, que es lo que permite que la fórmula limpie la piel con tanta eficacia.
Y el beneficio es continuo, una vez que hayas terminado de usar el agua micelar, puedes continuar inmediatamente con tu día sin enjuagar, que práctico ¿verdad? Aún mejor: dejar el residuo permite que la piel absorba los ingredientes hidratantes del producto.
Es una excelente manera de limpiar la piel propensa al acné, ya que el agua micelar puede eliminar las impurezas que hay en nuestra cara sin dejar la piel demasiado seca.
Además de desmaquillar y limpiar la piel, el agua micelar se puede usar para limpiar el sudor después de hacer ejercicio o arreglar percances de maquillaje.
También es una gran opción para mantener la cara limpia cuando no tienes acceso al agua, como cuando estás acampando.