Efectos en la piel por estrés y cómo cuidarla

Cuando el estrés invade tu cuerpo, el sistema nervioso simpático libera hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina; el cortisol provoca una mayor producción de sebo en las glándulas de la piel, lo que puede provocar la obstrucción de los poros y brotes de acné. 

El estrés crónico conduce a un aumento constante de los niveles de estas hormonas y puede tener un efecto negativo en la salud de la piel.

Por lo regular las condiciones psicológicas inducen a un aumento de la inflamación interna, por ejemplo, cuando tu cuerpo percibe una amenaza, el sistema inmunitario envía una respuesta para manejarla: esa respuesta es la inflamación.

Por ejemplo, las manchas rojizas son las más comunes cuando hablamos de estrés. Regularmente aparecer desprendimientos de piel en la zona debido a la resequedad y a veces pueden aparecer placas rojas que también provocan picazón.

Hiperpigmentación, es decir la aparición de manchas marrones en la piel, puede aparecer a causa del estrés, ya que este afecta la producción de melanina, encargada de la pigmentación, haciendo que se produzca en exceso y aparezcan manchas más oscuras.

Y las manchas blancas que surgen del mismo modo que puede provocar un exceso de melanina, pero de manera inversa, el estrés y el agotamiento físico también pueden contribuir a la pérdida de pigmentación y provoquen manchas descoloridas.

También puedes experimentar picazón y diferentes reacciones alérgicas, ya que algunas veces las terminaciones nerviosas de la piel liberan mediadores que causan picazón cuando estás estresada.

Otros tips para el manejo del estrés son:

• Haz ejercicio regularmente. Es bueno para la piel y el resto del cuerpo.
• Tómate el tiempo para hacer algo que disfrutes, incluso si solo tiene 10 minutos. Tomar un baño o leer un libro.
• Da un paseo alrededor de la cuadra.
• Practica técnicas para manejar mejor tu estrés como ejercicios de respiración, yoga o meditación. Hay aplicaciones en línea que te pueden ayudar.
• Duerme lo suficiente. De siete a 8 horas cada noche es ideal.
• Habla con alguien. Busca el apoyo de un amigo o un terapeuta profesional.